El 17 de diciembre de 2023, un operativo conjunto entre la Secretaría de Marina, Guardia Nacional, Sedena y ministeriales localizó y detuvo en calles de Sanctórum, Puebla, a nueve sujetos de edades diversas que resguardaban posesiones indicativas de actividad delictiva coordinada.
Un arsenal conformado por 63 cargadores, mil 300 cartuchos, y 17 chalecos balísticos con placas, además de 17 armas largas, un arma corta y un inhibidor de señal de teléfono celular fue encontrado entre sus posesiones, que les fueron decomisadas junto con varios vehículos.
Entre los hombres detenidos había dos menores de edad, que de un momento a otro se vieron poseedores del grave antecedente en sus biografías de la asociación a una probable célula del crimen organizado, o simplemente la asociación delictuosa a un grupo que, por los instrumentos que poseían, daba indicios de poseer nutridos expedientes en el ámbito delictivo.
Estos fueron apenas dos de 33 mil 975 delitos imputados a adolescentes en Carpetas de Investigación procesadas a lo largo de 2023 en las diferentes fiscalías de la República Mexicana, según documenta el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI) en un estudio publicado hoy lunes 14 de julio, intitulado Estadística Sobre Personas Adolescentes en Conflicto con la Ley (EPACOL) 2023.
El informe muestra que los cinco delitos más frecuentes imputados en 2023 a personas adolescentes fueron lesiones (24.8 %), robo (15.2 %), amenazas (9.4 %), abuso sexual (9.0 %) y narcomenudeo (8.4 %).
El universo total de CDIs iniciadas en relación a delitos cometidos en 2023 por adolescentes refleja 28 mil 899 víctimas, cuyos agresores se vieron sujetos al sistema de justicia penal para adolescentes. De este total, 6 de cada 10 fueron mujeres y 56.7 % tenía 19 años de edad o menos, lo que arroja luz sobre los riesgos a la integridad física y psicológica que las adolescentes o niñas enfrentan en las distintas esferas de interacción social en la soberanía territorial de la República Mexicana.
En cuanto a los castigos, cuando terminó 2023, había 3 mil 785 personas adolescentes con alguna medida de sanción: 66.3 % se encontraba con medida no privativa de la libertad y 33.7 % tenía alguna medida privativa o restrictiva de la libertad.
Puebla, con cifras alentadoras en materia de delincuencia adolescente
De hecho, en el año de referencia, mil 508 personas adolescentes ingresaron a los centros de internamiento estatales del país, de las cuales, nueve de cada 10 fueron hombres.
Los estados con mayor proporción de adolescentes por cada cien mil habitantes ingresados en algún Centro de Readaptación fueron Aguascalientes (95.1), Nayarit (62.7) y Sonora (58.7). En comparación, la proporción de adolescentes en Puebla que se vieron en esta situación legal fue visiblemente baja: 3.4 adolescentes por cada 100 mil. De hecho, el único estado con menor densidad de adolescentes infractores que Puebla es Tlaxcala, con un enigmático 0.0
¿Por qué llegan a delinquir algunos adolescentes?
En México, las causas documentadas de la comisión de delitos por parte de adolescentes, desproporcionadamente varones, son multifactoriales.
Algunos factores son individuales, como el consumo de drogas, baja tolerancia a la frustración y psicopatologías. A nivel familiar, la ausencia de límites, la violencia intrafamiliar, el maltrato infantil y los comportamientos delictivos de los progenitores son recurrentes. La relación con iguales, especialmente la pertenencia a bandas y la vivencia de actos delictivos en grupo, también influye. El fracaso escolar, el absentismo y el abandono prematuro son factores escolares relevantes.
En el ámbito socioeconómico, el bajo nivel económico del hogar y el entorno, la residencia en barrios deteriorados con alta pobreza y delincuencia, y los altos niveles de desempleo son causas documentadas. La masculinidad hegemónica, que asocia la virilidad con el abuso de poder y la violencia en contextos de pobreza, también se ha identificado como un factor que conduce a comportamientos delictivos en jóvenes varones.
Existe una clara relación entre el internamiento del adolescente y el grupo socioeconómico al que pertenece, siendo los jóvenes de sectores de bajos recursos quienes enfrentan mayores probabilidades de exclusión social y, consecuentemente, de involucrarse en actividades delictivas que derivan en internamiento.
Un estudio muy similar al de referencia, con datos en un contexto temporal inmediatamente antecedente, la Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal (ENASJUP) de 2022, ha señalado que un porcentaje significativo de adolescentes en el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes (SIJPA) proviene de hogares con situaciones económicas precarias y ha experimentado abandono o maltrato.
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