La dirigente derechista venezolana, María Corina Machado, continúa profundizando su alianza con el capital estadounidense, presentando una propuesta de privatización masiva que, en la práctica, implicaría la entrega total de los recursos estratégicos del país al gran capital extranjero.
En su más reciente aparición ante la élite empresarial reunida en el America Business Forum en Miami, ofreció lo que calificó como “una oportunidad de 1.7 billones de dólares” a inversionistas globales. Su propuesta incluye no sólo la apertura del petróleo y el gas, sino también la venta de la industria energética, las minas de oro, la infraestructura nacional e incluso tierras agrícolas y reservas de agua.
“Abriremos Venezuela a la inversión extranjera… no solo en petróleo y gas… sino también en oro, infraestructura y energía”, afirmó Machado ante un auditorio compuesto por banqueros, empresarios y representantes de corporaciones estadounidenses. Prometió un “programa de privatización masiva y transparente”, bajo un nuevo marco de “seguridad jurídica” para las empresas extranjeras.
Estas declaraciones refuerzan la línea política que la opositora ha mantenido desde hace años: subordinar la soberanía económica venezolana a los intereses de Washington, mientras acusa al presidente Nicolás Maduro de encabezar una “estructura narcoterrorista”. En su discurso, Machado respaldó abiertamente la “estrategia” del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha desplegado 10.000 soldados frente a las costas venezolanas, bajo el pretexto de operaciones antidrogas.
Su propuesta promete, en apenas 100 días de gobierno, restablecer el orden económico, liberar a presos políticos y crear condiciones para el “retorno del capital extranjero”. A esto suma un paquete de medidas neoliberales que incluye la derogación de la Ley de Tierras, la entrega de millones de hectáreas a corporaciones extranjeras y la apertura del mercado agrícola, lo que implicaría revertir los avances logrados por el chavismo en soberanía alimentaria.
Un proyecto de recolonización económica
El discurso de Machado repite los patrones históricos de subordinación de América Latina a las potencias imperiales, en especial a Estados Unidos. Su oferta de “convertir Venezuela en la nueva frontera global de innovación y riqueza” refleja el viejo paradigma del extractivismo dependiente, donde los beneficios se concentran en las corporaciones extranjeras y las élites locales, mientras el país pierde control sobre sus propios recursos.
En un contexto marcado por sanciones, bloqueos y presiones militares estadounidenses, la estrategia de Machado se inscribe como un intento de recolonizar Venezuela por vía económica, legitimada por un discurso “democrático” y premios internacionales que blanquean la subordinación política.
La llamada “oportunidad de 1.7 billones de dólares” se traduce, en realidad, en la liquidación del patrimonio nacional y la promesa de un nuevo ciclo de saqueo y desigualdad bajo tutela extranjera, anulando todo el sentido de la soberanía y el derecho a la autodeterminación del pueblo venezolano defendido durante 25 años por la Revolución Bolivariana iniciada por Hugo Chávez.
Fotografía: Redes
