Brasilia, 2 de septiembre de 2025 — La Suprema Corte Federal de Brasil avanza con paso firme en el juicio histórico contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar una conspiración para revertir los resultados de las elecciones de 2022 y socavar el orden democrático. La sesión de este lunes consolidó las acusaciones y marcó un precedente para la región.
El fiscal general, Paulo Gonet, presentó una exposición contundente en la que afirmó que Bolsonaro y otros siete altos colaboradores integraron una estructura organizada con el objetivo de ejecutar un golpe de Estado. Las diferencias entre los acusados radican únicamente en el grado de participación, pero todos enfrentan cargos graves que podrían derivar en condenas históricas.
Por su parte, el magistrado relator Alexandre de Moraes defendió la legalidad del proceso y rechazó los intentos de la defensa por anular pruebas o cuestionar la competencia del Supremo. De Moraes también validó el acuerdo de colaboración con Mauro Cid, ex ayudante de Bolsonaro, cuyas declaraciones resultan clave para desentrañar la red de conspiración.
Un juicio que trasciende fronteras
El proceso judicial no solo tiene implicaciones nacionales: también tensiona las relaciones con Estados Unidos. El presidente Donald Trump, cercano a Bolsonaro, calificó el juicio como una “cacería política” y respondió con aranceles del 50% sobre productos brasileños, además de sancionar a jueces del Supremo. Esta intervención extranjera ha sido duramente criticada por sectores progresistas en Brasil y América Latina.
La izquierda brasileña se moviliza
Representantes de partidos de izquierda como Lindbergh Farias, Henrique Vieira y Jandira Feghali asistieron a la sesión del Supremo. A la salida, Feghali advirtió que “no puede haber amnistía para quienes atentaron contra la democracia”, enfatizando que este juicio es un punto de no retorno para la justicia brasileña.
Mientras tanto, sectores bolsonaristas mantienen protestas fuera de la Corte, aunque las manifestaciones han sido contenidas por un operativo de seguridad sin precedentes que incluye drones, helicópteros, bloqueos perimetrales y detectores biométricos. Solo se permite el ingreso de asistentes y periodistas previamente acreditados.
Fechas clave y posibles sanciones
La Suprema Corte tiene previsto emitir su fallo antes del 12 de septiembre. Las audiencias serán públicas y transmitidas en vivo para garantizar la transparencia del proceso.
Los cargos contra Bolsonaro y sus colaboradores incluyen:
- Organización criminal
- Tentativa de golpe de Estado
- Abolición violenta del Estado democrático
- Daños al patrimonio público
- Deterioro institucional
De ser declarado culpable, Bolsonaro podría enfrentar condenas acumuladas que superarían los 40 años de prisión, lo que representaría un giro histórico para Brasil y un mensaje claro contra la impunidad en América Latina.
Un precedente para la región
El juicio contra Jair Bolsonaro no es solo un proceso penal: es una definición política y simbólica sobre el alcance de la democracia en Brasil. Por primera vez, un expresidente enfrenta directamente a la justicia por intentar socavar el orden constitucional.
El desenlace de este caso enviará un mensaje contundente: ningún líder, por poderoso que sea, está por encima de la ley.