La excandidata presidencial Xóchitl Gálvez aprovechó la reciente detención de Hernán Bermúdez, exsecretario de Seguridad en Tabasco y presunto líder de la organización criminal La Barredora, para lanzar nuevas acusaciones sin sustento directo contra integrantes de la Cuarta Transformación, particularmente contra el senador morenista Adán Augusto López Hernández.
Aunque reconoció la captura del exfuncionario, Gálvez no tardó en politizar el hecho, exigiendo que se investigue a fondo a figuras del actual oficialismo, sin aportar indicios concretos que vinculen al legislador con las actividades delictivas del detenido. La narrativa de “caiga quien caiga” ha sido una constante en su discurso, pero ha generado críticas por su uso reiterado como herramienta de presión mediática.
“Caiga quien caiga, no nos vayan a salir con que quieren deslindar al coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto”
La exsenadora volvió a centrar su atención en el expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien responsabilizó del aumento de la deuda pública y del deterioro en sectores como salud, educación y seguridad. A pesar de haber sido senadora durante gran parte del sexenio, Gálvez evita reconocer su propia corresponsabilidad en los recortes o decisiones presupuestarias que hoy critica, lo que ha despertado cuestionamientos sobre su congruencia.
Uno de los señalamientos más repetidos en su mensaje fue la supuesta mala gestión de los fideicomisos eliminados por el actual gobierno. Según ella, los recursos fueron dirigidos a proyectos como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, obras que tacha de ineficientes, aunque expertos en economía han señalado que dichas inversiones tienen objetivos estratégicos de largo plazo.
Además, la exfuncionaria panista criticó nuevamente a Pemex, a pesar de que durante gobiernos del PAN también se inyectaron recursos millonarios sin obtener resultados claros. Su acusación de que se trata de un “barril sin fondo” parece ignorar la complejidad estructural de la empresa y la necesidad de fortalecer la soberanía energética del país.
Gálvez volvió a alertar sobre una “herencia maldita” que heredaría Claudia Sheinbaum, sin tomar en cuenta que el presupuesto y los programas sociales están blindados por ley. Este tipo de declaraciones alarmistas ya se han convertido en una marca personal de la excandidata, quien en lugar de plantear propuestas concretas, se ha enfocado en construir un discurso de desgaste hacia Morena.
La detención de Hernán Bermúdez ha abierto un frente judicial relevante, pero hasta el momento no existe evidencia pública que vincule directamente a Adán Augusto con las actividades delictivas del exfuncionario tabasqueño. A pesar de ello, Gálvez insiste en señalar al ahora senador, manteniendo una estrategia política centrada en la confrontación y el desgaste mediático.
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