El empresario Ricardo Salinas Pliego volvió a encender las redes sociales al responder con insultos y comentarios misóginos a las columnistas Denisse Dresser, Sabina Berman y Vanessa Romero Rocha, quienes lo señalaron por su historial de confrontaciones públicas y posibles conductas asociadas con la violencia de género.
“Perras”, “brujas” y una licuadora
En un mensaje publicado en X (antes Twitter), Salinas Pliego desestimó las críticas con la frase “déjense de mam…” y las acusó de “escudarse” en la violencia de género para atacarlo. También revivió una vieja polémica con Dresser, a quien reclamó por una licuadora Oster, ironizando que puede recogerla en el SAT. La publicación incluyó calificativos como “perras” y “bruja”, dirigidos a las periodistas.
El empresario, que controla medios y una red de empresas ligadas al sector público, no ofreció argumentos sobre las críticas, sino que recurrió a la burla y el insulto.
Respuesta de Dresser y apoyo de Sheinbaum
La politóloga Denisse Dresser respondió que el empresario representa “un machismo incapaz de enfrentar críticas” y afirmó que su comportamiento revela el tipo de poder impune que goza gracias al aparato del Estado.
Más tarde, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó los comentarios como misóginos y advirtió que podrían formar parte de una estrategia de distracción frente a la deuda fiscal millonaria que enfrenta Salinas Pliego con el SAT.
“No importa que TV Azteca hable mal de mí todo el día, porque igual casi nadie los ve ya”, declaró la mandataria.
Un conflicto que va más allá de redes
Este nuevo episodio ha reavivado el debate sobre el papel de las figuras públicas en la reproducción de discursos de odio, el uso del sarcasmo como arma de poder empresarial, y los límites entre la libertad de expresión y la violencia simbólica.
Mientras Salinas Pliego convierte la discusión en espectáculo, el fondo de las críticas —relacionadas con abusos laborales, violencia de género y evasión fiscal— queda sepultado entre memes, vulgaridades y retuits de burla.
