Con la convicción de abrir un debate pendiente en México, Samara Martínez, una joven chihuahuense de 30 años que padece lupus eritematoso sistémico e insuficiencia renal crónica, presentó este martes en el Senado de la República la iniciativa Ley Trasciende, con la que busca legalizar la eutanasia y el suicidio médicamente asistido en el país.
La propuesta, elaborada con el respaldo de la organización Derecho a Morir con Dignidad (DMD), pretende reformar la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y los códigos profesionales para permitir que las personas mayores de edad con enfermedades terminales o crónico-degenerativas irreversibles puedan decidir el final de su vida bajo acompañamiento médico y legal. Expresó Martínez, quien permanece conectada diez horas diarias a una máquina de diálisis:
“No quiero seguir sufriendo así. He visto morir a todos mis compañeros de tratamiento. No busco promover la muerte, busco humanizarla”.
Una propuesta con base ética, médica y legal
La Ley Trasciende plantea derogar el artículo 166 bis 21 de la Ley General de Salud, que actualmente prohíbe la eutanasia, y establecer un marco normativo que defina los conceptos de muerte médicamente asistida, suicidio médico asistido, objeción de conciencia y los mecanismos de acceso al procedimiento.
De acuerdo con el proyecto, la solicitud para acceder a la eutanasia deberá presentarse ante notario público y contar con el respaldo de dos diagnósticos clínicos independientes que certifiquen la gravedad e irreversibilidad de la enfermedad. Además, cinco días después de la solicitud inicial, el paciente deberá reafirmar su decisión, para asegurar que esta sea plenamente consciente y no producto de un momento emocional crítico. Señaló Martínez:
“Ya es hora de abordar el tema, de abrir la discusión. Mientras se hable desde el privilegio de tener salud, jamás habrá un debate real sobre la muerte médicamente asistida”.
Durante el conversatorio “Abriendo el debate: muerte médicamente asistida en México”, organizado el lunes por la organización DMD, especialistas en bioética y activistas coincidieron en la urgencia de abrir una discusión nacional sobre el derecho a morir con dignidad.
El abogado Isaías Urbina, coautor de la iniciativa, recordó que en las últimas dos décadas se han presentado al menos seis proyectos de reforma sobre eutanasia, pero ninguno logró llegar al Pleno debido a la oposición de grupos conservadores y religiosos. Por su parte, Héctor Nebot, especialista en bioética, enfatizó que el diálogo debe mantenerse en un marco laico y científico.
Entre los legisladores presentes, el senador Luis Donaldo Colosio Riojas calificó la propuesta como “un paso hacia la humanización nacional”, al reconocer que el Congreso tiene la tarea de escuchar con respeto y legislar con humanidad.
En tanto, la senadora Reyna Celeste Ascencio Ortega respaldó la necesidad de “legislar el derecho a una muerte digna dentro del marco jurídico nacional”, mientras que Margarita Valdez se comprometió a dar seguimiento al proyecto.
Un tema que demanda debate urgente
De acuerdo con la organización DMD, el 70% de la población mexicana se pronuncia a favor de la muerte médicamente asistida, cifra que refleja una creciente apertura social al tema. Sin embargo, México sigue sin una legislación específica al respecto.
Actualmente, la Ley de Voluntad Anticipada, vigente en 19 entidades, solo permite rechazar tratamientos que prolonguen la vida artificialmente, pero no autoriza la eutanasia activa.
En el mundo, 19 países han aprobado alguna forma de ayuda médica para morir. En contraste, en México seis de cada diez pacientes terminales carecen de acceso a cuidados paliativos adecuados, según datos del Consejo Mexicano de Cuidados Paliativos.
Samara Martínez ha reunido más de 128 mil firmas en Change.org en apoyo a su causa. Este martes, su testimonio y su iniciativa marcaron un precedente en la discusión pública sobre la eutanasia en México. Dijo frente a legisladores y especialistas que la escucharon en el Senado:
“No estoy luchando contra la muerte; quiero ir hacia ella con dignidad”.
El debate continuará mañana en la Cámara de Diputados, donde la activista buscará sumar respaldos políticos y sociales para que la Ley Trasciende se convierta en una realidad.
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