La presidenta Claudia Sheinbaum detalló este jueves los acuerdos alcanzados con Estados Unidos durante la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, en los que destacó la creación de un grupo de alto nivel para dar seguimiento a compromisos en materia de seguridad binacional.
De acuerdo con la mandataria, la coordinación contempla intercambio de información para detener a generadores de violencia, operativos espejo en la frontera, capacitaciones conjuntas, así como acciones contra el consumo de fentanilo y el tráfico de armas.
Uno de los puntos más sensibles fue la discusión sobre extradiciones. Sheinbaum confirmó que México no sólo colabora en el envío de capos hacia Estados Unidos, sino que también solicitó la entrega de “objetivos de interés” que se encuentran en ese país. Afirmó la presidenta:
“Así como ellos piden la extradición de personas, nosotros también tenemos casos que consideramos prioritarios. Es un asunto de reciprocidad”.
El caso de “El Mayo” Zambada
La presidenta reveló que durante el encuentro se abordó el tema de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa. Aunque no se discutieron detalles sobre su paradero o captura, Sheinbaum señaló que el secretario de Seguridad expuso a Rubio cómo la violencia en Sinaloa se ha recrudecido en relación con ese grupo criminal:
“Se habló de por qué había aumentado la inseguridad en Sinaloa. El secretario de Estado escuchó, aunque ya no se profundizó”.
Sheinbaum subrayó que toda decisión sobre extradiciones se toma bajo criterios de seguridad nacional, pues trasladar a figuras como Zambada, Joaquín “El Chapo” Guzmán o Rafael Caro Quintero podría detonar enfrentamientos entre facciones del crimen organizado. Señaló la presidenta:
“Son decisiones soberanas, definidas en el Consejo de Seguridad Nacional con base en un análisis de riesgo. Se ejecutan en beneficio de la paz del país”.
Un frente binacional contra drogas y armas
La mandataria informó además que se acordó la instalación de un grupo de trabajo permanente entre las principales dependencias de seguridad de ambos países —SSPC, Sedena, Semar, SRE y FGR por parte de México— para medir avances en la lucha contra el tráfico de drogas y armas.
La estrategia, señaló, estará basada en indicadores de incautaciones: menos decomisos de fentanilo en EE.UU. se interpretarían como éxito de México en contener su salida, mientras que un mayor aseguramiento de armas en territorio nacional será indicador del trabajo estadounidense contra el contrabando hacia el sur. Aclaró Sheinbaum:
“No se planteó el envío de tropas adicionales a la frontera, sino un esquema de evaluación periódica y coordinación directa entre titulares”.
Con esta agenda, México y Estados Unidos buscan dar un nuevo impulso a su cooperación en seguridad, en un contexto de presión por el avance del crimen organizado y el impacto del tráfico transfronterizo de drogas y armas.
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