Aunque se presentan como una fuerza ciudadana renovadora, “Somos México” celebró su segunda asamblea distrital en Puebla con personajes ya conocidos del panorama político nacional, muchos de ellos con experiencia en partidos tradicionales. La reunión se llevó a cabo en San Martín Caltenco, municipio de Tochtepec, donde 305 personas afiliadas del distrito 16 (cabecera en Ajalpan) asistieron al evento.
Salvador Navarro Martínez, coordinador de la tercera circunscripción de la agrupación —que abarca ocho estados—, lideró el acto. Pese a que en su discurso apeló al descontento ciudadano con los partidos tradicionales, Navarro ha tenido vínculos con estructuras políticas previas, lo que pone en entredicho la autenticidad del mensaje de renovación.
Durante la asamblea, el representante afirmó que “Somos México” nace para responder a la falta de representación de las comunidades locales. Sin embargo, sus principales voceros provienen de los mismos círculos que históricamente han ocupado cargos públicos y partidistas, lo cual genera dudas sobre la verdadera novedad que aportan.
En su intervención, Navarro hizo referencia a problemas estructurales como la corrupción, el abandono del campo y los deficientes servicios públicos, sin reconocer que muchos de estos males han persistido durante gestiones en las que varios de los integrantes del movimiento han participado directa o indirectamente.
La organización también atribuyó la baja participación electoral en 2024 a la falta de opciones atractivas en las boletas, y prometió ser “la alternativa”. Sin embargo, en lugar de una propuesta fresca, el proyecto parece una reconfiguración de cuadros reciclados, reagrupados bajo otro nombre.
Navarro aseguró que buscan superar los requerimientos del INE con asambleas y afiliaciones que dupliquen lo exigido, pero la estrategia parece más enfocada en construir estructura que en ofrecer propuestas claras y diferentes.
Con esta, “Somos México” ha realizado 72 asambleas en más de 20 estados. No obstante, el crecimiento del movimiento se basa en sumar operadores políticos con historial previo, más que en la participación de ciudadanos realmente nuevos en la política.
A pesar de su eslogan y estética renovadora, “Somos México” parece repetir las prácticas de siempre: alianzas de conveniencia, mensajes populistas y estructuras que obedecen a liderazgos ya posicionados en otros momentos del país.
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