El Gobierno del Estado de Puebla dio inicio a la primera etapa del proyecto de videovigilancia sobre la autopista México-Puebla, que contempla 30 puntos de monitoreo equipados con 109 cámaras y se extenderá hasta la caseta de Esperanza.
De acuerdo con la licitación publicada, el plan forma parte del proyecto integral que busca instalar un total de 218 cámaras a lo largo de este importante corredor vial. Para esta fase, se contratará a una empresa encargada de colocar 30 puntos de monitoreo inteligente, cada uno con dos cámaras tipo bala y una cámara tipo PTZ, que permitirán una supervisión detallada del tránsito y la seguridad en los tramos que conectan Puebla, Acatzingo y Ciudad Mendoza.
Además, en 16 puntos adicionales se implementarán cámaras de reconocimiento de placas (LPR), con tecnología capaz de identificar de manera automática los números de matrícula de los vehículos que circulen por la autopista, lo que facilitará la detección de autos robados o con reporte delictivo.
Como parte del proyecto, la empresa adjudicada deberá también instalar un videowall de 20 pantallas en el Complejo Metropolitano de Seguridad, desde donde se centralizará el monitoreo en tiempo real de toda la red de cámaras.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Francisco Sánchez González, explicó que esta etapa representa una inversión de 131 millones de pesos y que se espera concluir los trabajos antes de finalizar el año.
El funcionario detalló igualmente que el proyecto completo, con las 218 cámaras en operación, cuenta con una asignación total superior a los 268 millones de pesos, lo que refleja el compromiso estatal con el fortalecimiento de la seguridad en las vías de comunicación.
Con esta estrategia, el gobierno busca reducir los índices delictivos y mejorar la capacidad de respuesta de las autoridades ante emergencias o incidentes carreteros, consolidando un sistema de vigilancia moderna y coordinada en una de las autopistas más transitadas del país.
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