El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla, Félix Pallares Miranda, negó que los cuerpos abandonados en el Centro Histórico sean un mensaje para las autoridades y los atribuyó a disputas entre agrupaciones criminales.
Lo anterior ocurrió luego de que el pasado 22 de agosto fue localizado un cadáver en inmediaciones del mercado 5 de Mayo y, el 15 de septiembre, otro más en el Barrio de Analco.
En entrevista este viernes 19 de septiembre, el funcionario municipal informó que los cuerpos localizados en el primer cuadro de la ciudad responden a conflictos históricos entre grupos delictivos, como en el último caso, donde hallaron mensajes amenazantes presuntamente firmados por «La Familia Michoacana«.
La cartulina que fue localizada en el lugar supuestamente va dirigida a Federico López, alias «El Fede«, líder de la agrupación de ambulantes Fuerza 2000, señalado por contar con antecedentes delictivos.
«De acuerdo con el mensaje que encontramos que estaba en el lugar, son amenazas entre ellos», aclaró Félix Pallares, quien aseveró que hasta el momento no se han presentado amenazas contra elementos de su dependencia.
Asimismo, el secretario de la ciudad aseguró que las agrupaciones aprovechan la coyuntura de las celebraciones para cometer actos delictivos y abandonar los cuerpos.
SSC localiza vehículo que abandonó cuerpo en Analco
En el mismo tema, el secretario de Seguridad Ciudadana, Félix Pallares, informó que la dependencia a su cargo identificó y aseguró un vehículo en el que presuntamente transportaron el cuerpo que fue abandonado en el Barrio de Analco el 15 de septiembre.
El funcionario municipal resaltó que las investigaciones están a cargo de la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer los hechos y determinar el paradero de los responsables.
Cabe señalar que el hombre que fue localizado en el Barrio de Analco corresponde a Willivaldo, comerciante del mercado Morelos, quien presuntamente fue secuestrado en su lugar de trabajo.
Trascendió que tanto él como su esposa eran víctimas de cobro de piso, presuntamente por la agrupación «La Familia Michoacana«, a la que habrían negado pagar, lo que podría ser el móvil del crimen.
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