Amnistía Internacional denunció que el gobierno israelí utiliza el hambre como táctica de guerra contra la población palestina en Gaza, al restringir deliberadamente el acceso a alimentos y ayuda humanitaria. En su más reciente informe, publicado este jueves, la organización señala que las fuerzas israelíes han atacado a civiles hambrientos mientras intentaban llegar a los centros de distribución de víveres, convirtiendo la entrega de ayuda en un riesgo de muerte.
«Mientras el mundo observaba el conflicto entre Israel e Irán, el genocidio israelí en Gaza continuaba sin pausa», afirmó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía. Subrayó que el Estado israelí ha impuesto condiciones de vida insostenibles, marcadas por el hambre y la enfermedad, empujando a los palestinos hacia el colapso humanitario.
El informe documenta testimonios de médicos, familias desplazadas y padres de niños desnutridos, quienes describen una situación de desesperación generalizada. Además, Amnistía reveló que el ejército israelí ha disparado contra personas que buscaban comida, provocando cientos de muertes y miles de heridos.
Israel ha limitado el ingreso de ayuda humanitaria, a pesar de que cientos de camiones con alimentos esperan en la frontera con Egipto. Amnistía destaca que la distribución de la ayuda ha quedado bajo un control militar estricto, lo que, junto a los ataques a civiles, ha resultado en una «trampa mortal».
«La pérdida diaria de vidas es el resultado previsible de métodos letales e irresponsables de distribución», denunció Callamard. Asimismo, acusó a Israel de obstaculizar el trabajo de agencias de la ONU y organizaciones humanitarias, incumpliendo resoluciones vinculantes de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en varias ocasiones ordenó permitir la entrada sin restricciones de suministros básicos.
Israel, como potencia ocupante, está legalmente obligado a garantizar el acceso a alimentos, medicinas y otros insumos esenciales. No obstante, según el informe, ha desafiado las órdenes de la CIJ de enero, marzo y mayo de 2024, prolongando un bloqueo total que duró casi 80 días.
La publicación coincide con una investigación de Associated Press, que recoge testimonios de contratistas estadounidenses. Estos aseguran que las fuerzas israelíes utilizaron munición real y granadas aturdidoras contra civiles desarmados en Gaza. Uno de ellos describió que los disparos eran “en todas direcciones”.
Ante estas acusaciones, el gobierno israelí respondió en redes sociales defendiendo su programa de ayuda y acusó sin pruebas a Amnistía Internacional de tener vínculos con Hamás.
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